Pensaba ponerle un título más convencional a este post, pero mejor me robo este juego de palabras del genial Álvaro Portales.
Definitivamente, después de la aparición del vídeo grabado y difundido por el Gremio de Cineastas de Honduras con el que se puso en evidencia que durante el enfrentamiento ocurrido entre los policías y militares que trataban de reprimir a los manifestantes antigolpistas que apoyan el regreso al país del presidente Constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, utilizaron bombas lacrimógenas pertenecientes a la Policía Nacional del Perú, ya cualquier cosa se puede esperar.
Con el título de “Barrios y colonias de Tegucigalpa se revelan contra toque de queda en Honduras” , el vídeo de dos minutos y 32 segundos de duración y difundido por Youtube, muestra, entre otras cosas, cómo las fuerzas del orden hondureñas están amedrentando a los pobladores de zonas populares de Tegucigalpa, sin tener consideración alguna por los niños, mujeres y ancianos, que no están siendo parte de las movilizaciones, ni mucho menos por la propiedad privada, a donde estas bombas han llegado a ingresar poniendo en riesgo la vida de sus habitantes.
Durante este mismo vídeo, se toman declaraciones del subcomandante de la Policía de Honduras, Carlos Valera, quien corrobora el uso de las bombas lacrimógenas con las viviendas aledañas y sus habitantes, pues asegura que tienen intenciones de acabar con la manifestación de manera pacífica, pero de no ser así, igual usaran las bombas.
Es en el minuto con 40 segundos, donde a un indignado manifestante muestra los restos de una bomba por la policía contra los manifestantes. Muestra el cintillo de fabricación y expresa: “Este es el tipo de bomba que usa la policía para reprimirnos. Lo mandan los Estados Unidos a la Policía del Perú, y la policía del Perú la manda a Honduras. ¿Cómo es eso?, ¿qué explicación pueden darle a esto?".
Esas mismas preguntas nos hacemos. ¿Será que el Perú está en capacidad de exportar estos materiales de represión policial? ¿Cómo es que llegaron esas bombas a Tegucigalpa? ¿Cuándo será que el ministro Rey lo explique? ¿Será que saldrá mostrando una bomba llamada “Baguazo” y nos confirme que Perú ya exporta bombas lacrimógenas, así como lo hizo con el Pisco 7.9, después del terremoto?
Con nuestros políticos todo puede suceder.
Sì pues efectivamente nuestro Perú, es el país de las maravillas! jaja
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